viernes, 1 de abril de 2011

Desde tu corazón

Mt 6, 5-7
Cuando oréis no hagáis como los hipócritas, que gustan rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para exhibirse a la gente. Les aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando oréis no seáis charlatanes como los paganos, que piensan que por mucho hablar serán escuchados. No los imiten, pues el Padre  sabe lo que necesitáis antes de que se lo pidáis.
  Al igual que para la mayoría de las religiones de la tierra, la limosna, la oración y el ayuno eran los tres pilares de la práctica religiosa judía. Pero cuando estas prácticas se institucionalizan y se legalizan corren el riesgo de convertirse en pura rutina, superficialidad e hipocresía. Mateo, a través de las palabras de Jesús, nos invita a purificar toda práctica religiosa a partir del espíritu evangélico como criterio de discernimiento, como hizo antes con respecto a la Ley. Y establece un principio general: las obras de piedad no deben practicarse para ganar prestigio ante los demás, posición de poder o privilegios.Llama comediantes, hipócritas, charlatanes, a los que exhibían sus rezos y sus ofrendas al son de trompetas en las esquinas y en las plazas o desfiguraban «la cara para hacer ver a la gente que ayunan» (16). Es una crítica mordaz al eterno problema del fariseísmo, enfermedad que puede atacar a todos.


Para orar 
 * Ponte en la presencia de Jesús y déjate mirar por Él
 * Mira dentro de ti
 * Piensa en aquella actitud que consideras signo de su presencia
 * Termina con la oración del Padre Nuestro. Esta es la oración que nos transforma el corazón según el Reino.


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