domingo, 25 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

La felicidad que perseguimos muchas veces no es auténtica. Buscamos la felicidad en lo ideal, en lo bonito, en lo bueno, en lo perfecto... Y muchas veces la vida no es ni ideal, ni bonita, ni buena, ni perfecta... Pero la felicidad que nos deseamos en Navidad viene de algo más real, de algo más cotidiano. Viene de un pesebre, de un sitio donde comían las bestias del campo, de un sitio que oloía mal, de un sitio lleno de mierda...

Nuestra vida también puede estar llena de malos olores, puede estar llena de situaciones que no nos gustan, de situaciones que huelen mal, nuestra vida puede estar llena de "mierdas" o ser una "mierda". En este tiempo nos tenemos que felicitar por eso, porque Jesús viene a nacer en nuestra "mierda". Ese es el sitio donde buscar la uténtica felicidad, ese es el sitio real donde Jesús nos invita a encontrarnos con Él, ese es el sitio donde Jesús se hace humano, se hace uno de nosotros.

Os invito a vivir desde esta felicidad auténtica, la felicidad de reconocer que Dios se hace hombre en tus miserias, en tus amarguras, en tus fallos, en tus pecados, en tu "mierda". Dios te quiere no porque seas muy guapo oo porque seas muy bueno o porque seas perfecto; Dios te quiere en tus imperfecciones, Dios te quiere en tus mierdas...

Te invito a rezar dos minutillos con tus miserias...

domingo, 11 de diciembre de 2011

El Espíritu del Señor etá sobre mí

Isaías (61, 1-2. 10-11)

He aquí los primeros versículos en este III Domingo de Adviento: "El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros y a pregonar el año de gracia del Señor".

Este texo nos viene dado igualmente en el Evangelio de Lc 4, 18-20, puesto en boca de Jesús cuando acude a la Sinagoga.  Es el Espíritu y la Palabra quienes prenden el fuego de la misión de Jesús y en Él se concreta y cumple. De la misma manera, el Espíritu habita en nosotros. ¿Cuá es, pues, nuestra misión? Y nos expresamos mal cuando  hacemos la pregunta. La cierto es que Dios no tiene un proyecto para el hombre (nosotros). El hombre, nosotros, somos el proyecto de Dios y nos quiere en plenitud: hombres responsables que contruyen su propia vida en libertad en el transcurso de su historia personal. Y construiremos en plenitud nuestra vida en la medida que, como Jesús, el Espíritu que habita en nosotros y su Palabra enciendan en nosotros el fuego que nos compromete en la misión de todo cristiano: Anunciar la Buena Nueva, hacernos prójimo del que sufre, ser hombres misericordiosos, cercanos con quienes nos rodean y se acercan a nosotros. Proclamar, en definitiva el "Año de gracia". Un Año de gracia que comienza cada día en cada uno y que debemos llevar al corazón de todos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Dos mujeres que cambiaron la historia

María e Isabel se encuentran perdidas en un pueblo en las montañas de Judea. Dos mujeres embarazadas sin tener que estarlo ninguna; una por estéril y otra por joven. Pero dos mujeres que han sido capaces de aceptar los proyectos de Dios en sus vidas, a pesar de todas las "imposibilidades". Dos mujeres que se funden en un abrazo, un abrazo de amor que cambiará el mundo entero. Un abrazo que genera la vida, un abrazo que abre las puertas de la entrega, un abrazo que nos muestra el AMOR DE DIOS.

María e Isabel respondieron a la llamada de Dios con valentía, respopndieron a pesar de todas las dificultades, respondieron por amor, porque se sintieron amadas por Dios y porque amaban a Dios.

Hos Dios sigue mandando sus señales para mostrarnos que nos ama, para mostrarte que te ama. ¿Estás atento/a para descubrir esas señales? ¿Sientes como Dios te ama de una manera especial? ¿Te sientes especial para Dios?

María e Isabel respondieron con amor, amando. Tú ¿cómo respondes...?


viernes, 18 de noviembre de 2011

El buen samaritano

Nuestro blog hace referencia a la parábola contada por Jesús sobre el buen samaritano. El hombre que entendió qué era ser prójimo, el hombre que practicó la misericordia. Nuestra casa también quiere ser posada para que descanses y retomes tu vida, para que mires si te comportas como prójimo, para que mires si actúas con amor y misericordia. Nuestra casa quiere ser un lugar para que te encuentres con el corazón de Dios como lo hizo el buen samaritano.

Disfruta del vídeo...


domingo, 13 de noviembre de 2011

Encuentro Vocacional DELTA. Una experiencia enriquecedora.

Este fin de semana, 15 jóvenes de los colegios La Salle del Sector de Andalucía nos han visitado por tierras sanluqueñas. Se les ha ofrecido unos días para profundizar en sus vidas. Han sido muchas las sensaciones que han experimentado. Pero sobre todo, el reconocer que es Dios el que les da esta oportunidad de encuentro. Para ellos ha sido una experiencia inolvidable. ¡Ahora a volar como una ala DELTA! ¡Ánimo!

domingo, 16 de octubre de 2011

DIOS DE LA TIERRA.

Para encontrar a Dios tenemos que empezar por unirnos todos. Sentirnos de verdad hermanos. Preocuparnos unos de otros. Entonces DIOS ESTÁ EN LA TIERRA.

Cuántas tragedias padece el mundo,
cuántas demandas a Dios hacemos,
y cuántas veces Él no contesta:
parece sordo, guarda silencio.
Da la impresión de que no le importa
tanto dolor, hambre y sufrimiento,
y surge una luz que nos recuerda
lo que ya nos dijo en otros tiempos…

“Cuando en verdad seáis uno,
en la tierra me verá mi pueblo.
porque juntos-conmigo sois yo,
Enmanuel, el mismo Dios del cielo.
Y de todo eso que me piden,
dádselo vosotros, de lo vuestro.
Yo, desde los cielos, no haré milagros:
vosotros, Dios de la tierra, hacedlos.”

Cuanto menos afines seamos,
con más motivo hemos de hacerlo.
Y al buscar lo bueno que hay en todos,
Dios mucho más nos saldrá al encuentro
para hablarnos del Dios de la tierra,
y por qué razones no lo vemos.
Nos dirá que por cerrar los ojos
del alma que nos hace ir ciegos.

Sólo buscando con los distintos
en el Dios Uno nos fundiremos,
y si somos miembro libre y fiel,
con más sed ser cuerpo ansiaremos.
Y hallaremos al Dios de la tierra
fruto de la oración en silencio
y todos verán en los tejados
lo mucho rezado en lo secreto.

martes, 11 de octubre de 2011

Vivir sin Dios... No es vivir


En el Evangelio de Mt, capítulo 14, se nos narra el pasaje en el que Jesús camina sobre las aguas… Pedro lo intenta… duda y se hunde. El mar se calma.  Ahí me quedaba anclado: Las dudas de Pedro (de mi fe), el milagro de Jesús… Mi gran sorpresa ha sido descubrir que el verdadero milagro se da en el “encuentro”. Y después de éste, algo pasa, algo ha cambiado en el interior de Pedro.

Al darme cuenta de que es el encuentro interior con mi Dios el que cambia mi actitud exterior pienso que la vida es tan breve, tan efímera que pasa sin darme cuenta. Y cuando me doy cuenta… ya ha pasado. ¡Cuántas cosas me he perdido! Y todo lo que creí haber conquistado se ha quedado en nada y vacío.

Me he dado cuenta que lo que ayer fue, hoy es agua pasada diluida en el inmenso mar del mundo donde mi vida, barca frágil y quebradiza,  navega al compás de las olas sin puerto donde varar.

Pero dicen que “nunca es tarde….”  Y con frecuencia no es más que un mecanismo de defensa para justificar todo lo que no he hecho y me hace descubrir los caminos que me lleven a Ti.
O tal vez, una tarde cualquiera, descubro que mi oración es como la del fariseo: probablemente intensa y sincera. Pero descentrada, sin centro, sin pasión porque no es Dios quien actúa en mi sino yo mismo que miro en mi propio espejo. Lo mismo pasa cuando el trabajo es intenso, entregado… pero igualmente descentrado, sin centro, sin pasión, porque puede ser la vanagloria, el orgullo el bienestar personal.

Y Descubro que  mi vida tiene que ser un ir y venir entre Marta y María y en el camino dejar hacer a Dios.

“Todos los caminos…” pueden conducime a Dios.  Pero eres tú, mi Dios,  quien recorre todos los caminos para encontrarte conmigo.

Y en la soledad de mi silencio me digo en mi interior

Vivir sin Dios
es navegar
sin rumbo fijo,
a la deriva.
Vivir sin Dios
es perseguir en el cielo una estrella y soñar.
Pero los sueños
se desvanecen al despertar.
Así es mi vida: un sueño roto
sin Ti, mi Dios.
Vivir sin Dios
es ser un río sin agua que sueña ser mar.
Barco sin puerto,
Ave sin cielo donde volar.
Así es mi vida: un sueño roto
sin Ti, mi Dios.
Vivir sin Dios…
                                                                            A. Menacho

domingo, 25 de septiembre de 2011

Las apariencias engañan


¿Quién, alguna vez, no ha escuchado o empleado la expresión "las apariencias engañan"?
En esta línea nos invita a reflexionar tres textos bíblicos: El Profeta Ezequiel, San Pablo y el evangelista Mateo. Tres lecturas con un sólo pensamiento, una misma invitación: Ser y vivir sin apariencias en nuestras relaciones fraternas con los demás.

Por una parte El Profeta nos invita a la conversión, es decir, al cambio de actitud en nuestras vidas en relación al prójimo. Por otra, San Pablo en su carta a los Efesios 2, 1-11, en la misma línea que el Profeta, nos invita a la solidaridad, la justicia y la fraternidad. Nos propone una alternativa nueva frente a las situaciones de injusticias, en las que , con frecuencia, se encuentra inmersa nuestra sociedad y nosotros mismos.
 
Mateo en su capítulo 21, 28-32 nos propone salir del legalismo que aplasta a las personas.
Unas, por quedar bien, responde casi siempre como los demás esperan de él. Otras, por el contrario, son capaces de abandonar la apariencia (el que dijo no y fue). Deja de ser lo que los demás quieren que sea para ser él mismo y actuar según su propia conciencia y decisión.

Jesús comienza la parábola con una primera pregunta: «¿Qué os parece?» (28). Según las convenciones sociales de la época, lo más probable es que la gente respondiera que el que actuó bien fue el primer hijo porque respondió bien a su padre: "Enseguida voy". El otro hijo había puesto en entredicho el honor de su padre al desobedecerle; su negativa era una falta de respeto.
Pero al final la cambia: «¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?» (31). Lo que importa no son las apariencias externas, sino el interior de la persona; el que honra a Dios no es el que observa unos ritos externos, sino el que hace su voluntad. Al amor no consiste en la ortodoxia, sino en el compromiso. 
Con frecuencia vivimos con una mentalidad centrada en las apariencias. "No es oro todo lo que reluce", solemos decir. Jesús sabía que para Dios, que conocía lo secreto del corazón, el hijo verdadero era el que de hecho practicaba la justicia.

Nuestras relaciones con los demás han de estar basadas en el compromiso efectivo vivido desde la fraternidad solidaria con los demás. 

domingo, 10 de abril de 2011

Parábola del Samaritano

«No hay motivo para que haya pobres en el mundo
y espero que llegue un día en que podamos crear
un Museo de la pobreza, de forma que los niños
se pregunten cómo pudo existir
y porqué la aceptamos durante tantos años»
Muhammad Yunus,
Premio Nobel de la Paz 2006




Un hombre bajaba de Jerusalén a 
Jericó
Tomado del nº 172 de Cristianismo y Justicia
Si lo deseas escucha también la canción "Debajo del puente" o "Hacen falta brazos"
(para ampliar el tema descargar Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad)

La parábola de Buen Samaritano forma parte del patrimonio literario y ético de 
la humanidad. El ejemplo del samaritano 
compasivo desborda su contexto religioso 
originario para convertirse en 
referente ineludible de personas
 e instituciones 
dedicadas a vendar las heridas 
de los apaleados y despojados que, en 
toda época histórica, han sido arrojados 
a las cunetas de los sistemas sociales vigentes. 
Como todo relato metafórico, la parábola 
desvela siempre sentidos nuevos 
cada vez que es escuchada. ¿Qué novedad 
aporta un texto narrado hace más 
de dos mil años, a las samaritanas y 
samaritanos del siglo XXI?, la historia de 
aquel hombre anónimo apaleado en 
un pequeño rincón de la Palestina del siglo 
I.

Esta parábola será significativa para el hombre de hoy siempre que consigamos acercarnos a las enseñanzas que la parábola esconde en cuanto narración.


El relato del buen samaritano no sólo 
nos dice lo que hay que hacer con respecto 
al prójimo, también nos indica cómo 
hay que hacerlo. La narración nos 
propone un itinerario pedagógico de la 
acción caritativa, una «hoja de ruta» para el ejercicio de la solidaridad. 



Hoja de ruta

Mostramos a continuación la hoja de ruta 
de nuestro itinerario. Aplicando la 
“rejilla de los tres momentos” al texto 
de la parábola, el lector o lectora reconocerá 
de forma instintiva el mapa por 
el que va a discurrir nuestra reflexión.



HACERSE CARGO


Un hombre bajaba de Jerusalén a
Jericó y lo asaltaron unos bandidos;
lo desnudaron, lo molieron a
palos y se marcharon dejándolo
medio muerto. Coincidió que bajaba
un sacerdote por aquel camino;
al verlo, dio un rodeo y pasó de
largo. Lo mismo hizo un levita que
llegó a aquel sitio; al verlo dio un
rodeo y pasó de largo. Pero un
samaritano, que iba de viaje, llegó
a donde estaba el hombre y, al
verlo,

CARGAR

se compadeció; se acercó a él y le
vendó las heridas, echándoles
aceite y vino; luego lo montó en su
propia cabalgadura,

ENCARGARSE


lo llevó a una posada y lo cuidó. Al
día siguiente sacó dos denarios y
dándoselos al posadero, le dijo:
«Cuida de él, y lo que gastes de
más te lo pagaré a la vuelta».
Lucas 10, 30-35




viernes, 1 de abril de 2011

Desde tu corazón

Mt 6, 5-7
Cuando oréis no hagáis como los hipócritas, que gustan rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para exhibirse a la gente. Les aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando oréis no seáis charlatanes como los paganos, que piensan que por mucho hablar serán escuchados. No los imiten, pues el Padre  sabe lo que necesitáis antes de que se lo pidáis.
  Al igual que para la mayoría de las religiones de la tierra, la limosna, la oración y el ayuno eran los tres pilares de la práctica religiosa judía. Pero cuando estas prácticas se institucionalizan y se legalizan corren el riesgo de convertirse en pura rutina, superficialidad e hipocresía. Mateo, a través de las palabras de Jesús, nos invita a purificar toda práctica religiosa a partir del espíritu evangélico como criterio de discernimiento, como hizo antes con respecto a la Ley. Y establece un principio general: las obras de piedad no deben practicarse para ganar prestigio ante los demás, posición de poder o privilegios.Llama comediantes, hipócritas, charlatanes, a los que exhibían sus rezos y sus ofrendas al son de trompetas en las esquinas y en las plazas o desfiguraban «la cara para hacer ver a la gente que ayunan» (16). Es una crítica mordaz al eterno problema del fariseísmo, enfermedad que puede atacar a todos.


Para orar 
 * Ponte en la presencia de Jesús y déjate mirar por Él
 * Mira dentro de ti
 * Piensa en aquella actitud que consideras signo de su presencia
 * Termina con la oración del Padre Nuestro. Esta es la oración que nos transforma el corazón según el Reino.


viernes, 11 de marzo de 2011

Construyendo nuestra vida


 Mt 7, 21-27

21 No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre del cielo. 22 Cuando llegue aquel día, muchos me dirán: ¡Señor, Señor! ¿No hemos profetizado en tu nombre? ¿No hemos expulsado demonios en tu nombre? ¿No hemos hecho milagros en tu nombre? 23 Y yo entonces les declararé: Nunca los conocí; apártense de mí, ustedes que hacen el mal.

Roca y arena
(Lc 6,47-49)

24 Así pues, quien escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a un hombre prudente que construyó su casa sobre roca. 25 Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y se abatieron sobre la casa; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca.
26 Quien escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a un hombre tonto que construyó su casa sobre arena. 27 Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos, golpearon la casa y ésta se derrumbó. Fue una ruina terrible.

  • Con mucha facilidad, desde los tiempos primitivos hasta hoy, se proclama a Jesús como «Señor, Señor», pero sin ningún compromiso, ni siquiera con el mínimo de sensibilidad por sus exigencias; esos son los que llenan salones, templos y estadios, y gritan a los cuatro vientos su fe en el «poder» de Cristo, pero cuando vienen las exigencias, las renuncias, el testimonio y los compromisos, se desmoronan como la casa que fue construida sobre la arena (49). Fe, renuncia y compromiso, tres actitudes que tienen que informar la fe del discípulo.